¡POR FIN! Mi esperado viaje a Tailandia con las medidas Covid suavizadas y con visado de 90 días…

Un divertido relato de una experiencia personal de viaje a Tailandia una persona sola, con las medidas Covid suavizadas y con un visado de turista de 90 días en el bolsillo.

De parte de todo el equipo de Tu Guía en Tailandia: Muchas gracias por contarnos tu experiencia y ayudar a difundir unas risas e información interesante.

EXPERIENCIA PERSONAL DE UN VIAJE A TAILANDIA EN 2021:

El día 1 de noviembre el gobierno tailandés nos hizo felices a muchas, pero a mí en particular, eliminando la cuarentena de 14 días para una larga lista de países, incluida España.

Dos años esperando para volver a estar con mi hijo, mi nuera y mi nieta. 14 días encerrada en Phuket entrando con el sistema Sandbox, cuando mi destino era el norte de Tailandia era demasiado, para mí.

El día 2 me puse en contacto con la embajada de Tailandia en Madrid, pues deseaba un viaje largo, sin fecha definida de retorno, por lo tanto, me informé de las condiciones para solicitar una visa de 90 días, vaya, tanto como me dejaran…

Una visa de turista para Tailandia y con prisa: el día 19 de noviembre es el cumpleaños de mi nieta y deseaba más que nada estar con ellos, más coincidiendo este año su cumpleaños con la fiesta de la luz (Yi Peng) y el Loy Krathong, para las que no lo conozcáis, la fiesta de los farolillos en el cielo y las velas en cestitos de hoja de banana en los ríos, mi fiesta budista preferida…

Para solicitar visas hay que llamar por la tarde, y me parece que no solo yo quería información, porque tuve que insistir. Todas las mujeres que me atendieron telefónicamente estos días fueron agradables, claras en su información y, sobre todo pacientes, y yo necesitaba que así fuera…

Primer chasco: las primeras 24 horas al llegar las he de pasar en Bangkok, aunque mi destino es Chiang Mai, en un hotel preparado para cuarentenas, donde me harán otra PCR (yo tenía que llevar una negativa hecha 72 horas antes del vuelo), y estaré en la habitación “encerrada” hasta tener el resultado, por lo tanto, he de contratar un paquete que incluye transporte des del aeropuerto al hotel, prueba PCR, tres comidas y serenidad para no impacientarme (esa era gratis). 

Por lo tanto, si quería estar el 19 en Chiang Mai, tenía que volar el 16, llegar a Bangkok el 17, pasar las 24 horas encerrada y el 18 volar a Chiang Mai: Menos de 15 días para tenerlo todo en marcha, y comprar jamón, chorizo, chocolate y alguna cosa más para hacer felices a quienes yo me sé…

La lista de cosas a preparar que tenía que enviar para solicitar el visado de turista de 90 días era la siguiente:

• 2 fotografías recientes.
• Billetes de avión de entrada y de salida contratados. (Con Qatar salió bien).
• Un seguro médico contratado, que especifique con cobertura COVID de mínimo 50.000 € (Con Iati seguros, reservando desde la web de Tu Guía en Tailandia, fue fácil y me dieron un cinco por ciento de descuento).
• Documento VISA APLICATION FORM, que se descarga de la web de la embajada.
• Copia reserva de SHA Plus Test & Go Package for Non-Thai en Bangkok (las 24 horas de cuarentena) (me lo gestionó Tu Guía en Tailandia).
• Carta de invitación de mi hijo y copia de su pasaporte.
• Digital Covid Certificate, el pasaporte europeo con la pauta completa de vacunación
• 35 euros para tasas.
• ¡Y MI PASAPORTE EN VIGOR!

¿Qué? Mi pasaporte ha de ir y volver de Madrid antes del viaje, ¿Y si se pierde? ¿Y si se entretiene? ¿Y si no me puedo ir? Las trabajadoras de la embajada me tranquilizan y me dicen que lo conseguiré, pero que me mueva rápido…

Y como un rayo, me moví. El jueves 4 ya había reunido toda la documentación y deposité mi futuro en manos de MRW, porque me comentaron en la embajada que era una empresa habitual y porque tiene oficina en el pueblo de al lado del mío… Y a esperar, y a confiar, cruzando los dedos, para que todo vaya bien.

El viernes 5 la aplicación de seguimiento de MRW me notifica que mi paquete ha sido entregado en destino, primer respiro.

Lunes, nada, martes, nada, llamo a la embajada, (al final les tendré que enviar unas galletitas…) Me dicen que mi documentación ya está en la mesa del cónsul para la firma…Miércoles, nada, jueves nada y… ¡El viernes llegó! Respiro tranquila, el pasaporte vuelve a estar en mi poder y quedan 3 días y medio para mi vuelo…

Durante este periodo había tenido que entrar en una web del gobierno de Tailandia, para conseguir el QR que me permitía entrar en Tailandia, el Tailand Pass. Informaban que se tenía que tramitar con un mínimo de siete días de antelación y que podían tardar unos dos días en enviarlo. Me comentaron que era un poco lioso, que me armara de paciencia para cumplimentarlo y para esperar respuesta. Pues, la verdad, fue como la seda, me senté delante del ordenador, con una infusión al lado y pensando que faltaban entonces 8 días, podía luchar por el Qr hasta 24 horas tenazmente… Y lo conseguí a la primera, fue fácil cuando me di cuenta de que no aceptaba PDFs, solo imágenes, y que por lo tanto necesitaba fotos o impresiones de pantalla del seguro médico, del SHA Plus Test & Go Package for Non-Thai en Bangkok, de mi pasaporte, del certificado de vacunación, (Documento completo y QR en detalle) y las fechas en que me habían administrado las dos dosis de la vacuna (que por suerte ya había confirmado porque me habían avisado en la embajada de que las necesitaría, ya os digo, valen un potosí) Completo el formulario, (en inglés, off course, y el traductor online por si acaso…) Lo envío y recibo en un minuto el correo que confirma la recepción de la solicitud y en un minuto y medio el Tailand Pass, ya. Soy afortunada, no lo niego, otros han sufrido más…

Y a 3 días de mi viaje, ya con el pasaporte de vuelta y con el Tailand Pass he de hacerme una PCR no antes de 72 horas del vuelo, que ha de dar negativo, claro, y no la rápida, si no la Polymerase Chain Reaction (RT-PCR), resultados en hasta 24 horas… Y es fin de semana… El lunes madrugo, me exploran la nariz y me dicen que ya me avisarán por SMS cuando tengan el resultado, seguramente antes de 24 horas… A las 4 de la tarde ya lo puedo descargar… y ya está, mañana a las 15:30 vuelo,  ya puedo cerrar la maleta… ¡Me siento una campeona!  

12 del mediodía, aeropuerto del Prat, Barcelona.

Las normas Covid se han relajado y ya pueden entrar acompañantes.

La cola para facturar en Qatar Airwais es larga, pero ni mucho menos la peor que he visto.

Antes de llegar a la taquilla de facturación, una pareja de empleados controla que cada persona tenga lo imprescindible en su viaje: en mi caso, Pasaporte vacunal, Thailand Pass y PCR. La empleada comenta…

“¡A Tailandia!”

¡Qué suerte! Cómo me gustaría a mí ir también… ¿Vas hacia Pukhet? ¡Ah, no! ¡¿Chiang Mai?! Lo que más me gustó, volvería encantada, que tengas buen viaje. (Es genial comentarle a alguien que vas a Tailandia, los que han ido tienen buenos recuerdos y los que no, desearían ir a conseguirlos…)

Control de seguridad sin problemas, la zona de salidas y embarque bastante vacías, pocos viajeros…

En el avión de Barcelona a Doha no se han llenado todos los asientos y estamos distribuidos para que haya un espacio vacío entre personas, nos dan un kit especial Covid que contiene gel hidroalcohólico, dos mascarillas y un par de guantes. Nos recuerdan que hemos de taparnos boca y nariz durante todo el viaje. Llegamos a Doha puntuales y sin incidentes.

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Después de dos horas de espera subimos al avión Doha-Bangkok, este va más lleno, no todos tenemos el espacio de distancia entre pasajeros, pero bien. Segundo kit especial Covid, con lo mismo.

Llegamos a Bangkok y nos dirigen hacia inmigración y control de pasaportes, pero antes de llegar nos retienen en uno de los corredores, donde hay preparadas muchísimas sillas de plástico, en filas de a tres de ancho. Nos van haciendo sentar y esperamos a que unos funcionarios nos vayan atendiendo, repasan que tengamos el Tailand Pass, la reserva SHA Plus Test & Go Package for Non-Thai, y el PCR negativo. Llama la atención que algunos de ellos van equipados con Epis, viseras, batas de quirófano… y otros no. (¿). En diez minutos, prueba superada. Diez minutos más y ya me han sellado el pasaporte, recojo la maleta y me dirijo a la puerta 10, donde me espera el transporte al hotel, según me han informado. 

Y no me esperan a mi sola, no. Cuando llegamos allá, nos piden la reserva SHA Plus Test & Go Package for Non-Thai, y nos dirigen a la persona que coordina el transporte del hotel reservado, en mi caso, el FurumaXclusive. Un empleado muy amable me pregunta si he tenido buen viaje, me busca en una lista, se encarga de mi maleta y me acompaña al exterior del aeropuerto, y me dice que mi transporte está al llegar. La imagen es impresionante, debe haber unas cincuenta furgonetas, tipo van de 13 pasajeros, aparcadas en batería, esperando para realizar transportes. Algunas identificadas con el nombre de un hotel, otras de empresas… o nada. Todas blancas, todas similares.

Llega mi transporte, tengo una van para mi solita. Solo suben juntos los que viajan juntos, si no, transporte individual. Llegamos al hotel y me reciben en recepción, me dan la llave de mi habitación y me dicen que ya me harán la PCR más tarde. Me suben a la planta cuarta a mí, la maleta y el cátering del mediodía, me explican que me subirán también la cena y el desayuno de mañana.

La habitación es más que suficiente, muy amplia, con aire acondicionado, una cama enorme, mesa, televisión, nevera, microondas, calentador de agua para infusiones o café, fregadero y un lavabo amplio y bien equipado. Tiene años, pero está muy limpia. Está bien así, si no puedo salir de ella en 24 horas…

A media tarde suena un timbre (la puerta tiene timbre) Es un empleado que me sube a la séptima planta, donde tienen preparada una estancia para la recogida de muestras. Tienen el material y etiquetas preparadas, me hacen repasar que mis datos sean correctos y hala, a hurgar otra vez en mi nariz. Y luego, sawatdee kha y me vuelven a acompañar a la habitación.

Al anochecer suena el timbre otra vez, cuando abro no hay nadie pero en una mesita baja, al lado de la puerta, me han dejado la cena. Miro el pasillo y me doy cuenta de que toda la planta está destinada a viajeros como yo, cada puerta con su mesita al lado y al lado una papelera, deduzco que para dejar los envases y restos cuando acabemos. Veo ocho mesas con la cena, nadie en el pasillo. La sensación es un poco extraña, pero durará poco. No sé cómo se pasarían los catorce días de antes…

Y por la mañana, hacia las 7:30, timbre y desayuno. 

Hacia las 8, suena el teléfono de la habitación, contesto y me sueltan una retahíla en tai, digo que no entiendo y me dicen: ¡Negative, miss, negative!

Cierro la maleta, y me preparo para volar a Chiang Mai, mi destino definitivo. 

En recepción, al despedirme me dan un sobre con el resultado del PCR y una caja con un autotest PCR, con instrucciones para que me lo haga dentro de cinco días y envíe una foto del resultado, y, si como espero, es “negatif”, se acabó el problema. Si no, me adjuntan en el sobre la tarjeta de un hospital…

Y ya está, no ha estado tan mal, la experiencia…

Doy gracias a Tailandia y Tu Guía en Tailandia por ayudarme a disfrutar de nuevo de este maravilloso país.

ENTREVISTA AL EMBAJADOR DE ESPAÑA EN TAILANDIA EMILIO DE MIGUEL CALABIA

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